El más dormilón
Desde la época en la cual debutó en Barcelona, allá por 2004, si hay algo que Messi nunca perdió son las ganas de dormir muchas horas seguidas en las concentraciones previas a los partidos. La Pulga, según cuentan sus compañeros, duerme hasta como un oso.
El Inter casi se lo lleva, pero...
Previo al Mundial de Alemania 2006, el Internazionale de Milán estuvo a punto de pagar la cláusula de rescisión del crack rosarino que era de 150 millones de euros el año anterior. Sin embargo, el convencimiento del entonces presidente culé Joan Laporta para con Jorge Messi pudo más que el dinero en efectivo y Lionel siguió vestido de blaugrana.
Un fiel amante de las gaseosas, sin embargo…
Cuando Josep Guardiola era el entrenador del Barcelona entre 2008 y 2012, la dieta y la alimentación eran tan estrictas como el descanso. Por esa razón, a Messi le jugó una mala pasada ya que, al ser apasionado por los refrescos azucarados, el entrenador catalán se vio obligado a sacar la máquina expendedora de la ciudad deportiva culé
Su ídolo es un payaso
Desde siempre hasta hoy, Lionel Messi se cansó de declarar que su ídolo futbolístico es su colega argentino, ya retirado de la actividad profesional, Pablo César Aimar. El apodado Payaso tuvo un paso por la selección argentina junto con su seguidor en el Mundial 2006, en la Copa América 2007 y en las Eliminatorias 2010.
A Thiago lo lleva en la piel
De todos los tatuajes que el astro rosarino tiene en su cuerpo, el más especial y particular que el capitán del Barcelona y la selección argentina conserva y deja ver es el de las manos de su primer hijo, Thiago, en uno de sus gemelos.
La primera cancha
La primera cancha que pisó oficialmente, es decir como jugador registrado en la Asociación Rosarina de Fútbol, fue la del Ateneo Pablo VI, uno de los clubes más tradicionales de Rosario en lo que a fútbol infantil se refiere. En aquel partido, disputado en abril de 1994, Newell's le ganó 6-0 al equipo local, nada menos que con cuatro goles de La Pulguita.
El reto de Rafa Márquez
Cuando Leo Messi todavía jugaba con el filial, con frecuencia era llamado a entrenar con el primer equipo. Era tan difícil sacarle la pelota que los más grandes se sentían incómodos. Un día, Rafa Márquez quiso darle una lección y en tono de reto le dijo que la pasara y no gambeteara tanto, algo que a La Pulga no le gustó.
Una oveja negra en la familia
En una familia de hinchas de Newell's, hay uno que salió de Rosario Central. Se trata de Matías Messi, a quien todos llaman la oveja negra por no compartir la pasión con los demás. Por el lado de Leo, su fanatismo por La Lepra lo ha llevado a manifestar más de una vez su deseo de poder jugar alguna vez con Newell´s en Primera División.
Pasado farandulero
La fama mundial nunca le provocó a Lionel Messi el deseo de querer codearse con las grandes estrellas del espectáculo, algo que sí sucede con otras súperestrellas como Cristiano Ronaldo y Neymar Jr.
Sin embargo, en un viejo ping pong que le realizó el diario La Capital cuando era chico, al ser consultado por su programa de televisión favorito eligió Rumores, programa de espectáculos, o de chimentos como se les dice en Argentina, que se emitió desde 1997 a 2003.
Mateo no solo grita los goles de papá
Aunque en infinidad de ocasiones hemos visto a Mateo, el segundo de sus hijos, con la camiseta del Barcelona y de la Selección Argentina, lo cierto es que el pequeño no solo grita los goles de papá y de sus equipos.
En una entrevista que concedió a TyC Sports, Lionel Messi reconoció que también grita los goles del Real Madrid para hacer enojar a su hermano mayor, Thiago.