Brad Pitt es un actor que lo pone todo en sus papeles. Para El Club de la Pelea, Pitt se metió tanto en el papel que sintió que tenía que hacer un cambio físico incluso, haciendo que un dentista le recortara los dientes para poder representar mejor la personalidad de su personaje; al fin y al cabo, nadie con dientes perfectos vive en un club de la pelea. Como es lógico, al terminar el rodaje, Pitt trató inmediatamente de recuperar su sonrisa Hacer todo lo posible para conseguir la autenticidad demuestra lo apasionado y dedicado que es Pitt a la hora de honrar cada papel que interpreta.
Brad Pitt dudó inicialmente en unirse al reparto de El club de la lucha cuando David Fincher le propuso el proyecto. Sin embargo, mientras Pitt estaba rodando Meet Joe Black, Fincher le visitó y le dio una explicación detallada de la premisa, que acabó convenciendo a Pitt para que aceptara el papel. Esta charla con Fincher desencadenó una relación duradera entre los dos, que más tarde colaborarían en El curioso caso de Benjamin Button y en Seven, años más tarde. Poco sabían entonces el increíble impacto que su esfuerzo conjunto tendría en la historia del cine.
El Club de la Lucha es un clásico de culto, y cuando se estrenó, ganó rápidamente un gran número de seguidores. Aunque ahora muchos conocen bien la película, al principio el público no reconocía a Brad Pitt y Edward Norton en esos papeles. Antes de que Pitt fuera elegido para el papel de Tyler Durden, se consideró que Russell Crowe era la opción perfecta, pero afortunadamente declinó aceptar el papel. Asimismo, estando Damon y Penn en la carrera por el papel de Narrador, es increíble que no fueran elegidos. Curiosamente, Reese Witherspoon estuvo a punto de ser seleccionada para interpretar a Marla Singer, pero afortunadamente Helena Bonham Carter se ganó el papel por pura voluntad. Es difícil imaginar a otra persona en estos papeles, lo que demuestra la habilidad de Robert Fincher para el casting
A pesar de no ser la primera ni la segunda opción, David Fincher se presentó para dirigir El club de la lucha con valentía. El favorito de los fans, Peter Jackson, ya estaba ocupado trabajando en la trilogía de El Señor de los Anillos, mientras que el otro aspirante, Bryan Singer, no tenía ningún interés en encargarse del proyecto. La decisión de Danny Boyle de elegir La Playa en lugar de El Club de la Lucha dio paso a Fincher, que consiguió dar vida a la novela de Chuck Palahniuk en una película para la pantalla. Resultó ser la elección perfecta, como demuestran los fans y los críticos, que alaban su visión por mostrar nuevas cotas de oscuridad y cinismo. El éxito final de Fincher con El Club de la Lucha demostró que su incorporación de ideas frescas a una historia madura puede proporcionar resultados poderosos, incluso con una historia basada en otro material de origen.
Brad Pitt y Edward Norton se esforzaron mucho para su película El club de la lucha. No sólo estudiaron a fondo el libro de Chuck Palahniuk, sino que también tuvieron que prepararse físicamente para la película. Para garantizar la exactitud de las escenas de lucha de ambos personajes, cada uno de ellos tomó clases de boxeo, así como de taekwondo y grappling. Estas clases les ayudaron a ejecutar perfectamente cada una de las escenas de lucha para dar vida a la historia del Club de la Lucha de forma auténtica y cautivadora.
Julie Pearce, una maquilladora que trabaja en el proyecto El club de la lucha, fue más allá para representar con precisión las lesiones de las peleas. Aunque inicialmente no tenía experiencia en este campo, estudió los combates de la UFC, el boxeo y las artes marciales para conseguirlo. Fue su empresa más ambiciosa, y uno de sus mayores éxitos fue diseñar una oreja para reproducir el famoso combate en el que Mike Tyson arrancó parte de la compleja estructura del cartílago de Evander Holyfield. Con mucho trabajo y dedicación, creó el impresionante resultado deseado para una de las películas más exitosas de Hollywood.
Pitt y Norton sentían una gran aversión por el rediseñado Volkswagen Beetle, tanto que decidieron saciar su odio en la película El club de la lucha. Para una escena en la que se dedicaban a golpear bates de béisbol contra coches, esta animosidad obligó a Pitt y Norton a insistir en que uno de los vehículos fuera un Escarabajo. Aunque se trataba de una broma, esta escena muestra la reacción emocional que estos dos actores tenían hacia este coche. Una escena típica de gente destruyendo objetos con bates de béisbol cobró más sentido porque se hizo con el Escarabajo, lo que simbolizaba lo que Pitt y Norton sentían al respecto.
Debido a su compromiso con la gira promocional de Ok Computer, Radiohead tuvo que rechazar la oferta de componer la música de El club de la lucha. Ciertamente, habría sido una combinación surrealista, ya que el estilo musical oscuro y melancólico de OK Computer parecía especialmente adecuado para la sombría visión de David Fincher. Sin embargo, el compositor de bandas sonoras y líder de Underworld, Karl Hyde, intervino e hizo un trabajo increíble al crear una banda sonora sutil y fascinantemente estratificada, capturando los temas relevantes de la soledad y la alienación que parecen tan integrales en el estilo cinematográfico de Fincher.
La mayoría de las peleas de la película El club de la lucha estaban magistralmente coreografiadas, con cada golpe y patada planeados con precisión para conseguir un efecto dramático. No fue así en el caso del primer puñetazo que el personaje de Edward Norton, el Narrador, lanza a Tyler Durden, interpretado por Brad Pitt. El director David Fincher dio instrucciones a Norton para que diera realmente un puñetazo a Pitt en la cara en lugar de fingirlo. Como resultado, lo que vemos en la pantalla es la auténtica conmoción y el dolor que muestra Pitt debido a un golpe real e inesperado. Fincher quería que esta escena pareciera lo más auténtica posible y, desde luego, ha merecido la pena: el público puede sentir realmente el impacto del puñetazo sorpresa que le da Norton.
Helena Bonham Carter no dejó ningún cabo suelto para representar eficazmente a su personaje en El club de la lucha. Para asegurarse de que ofrecía una interpretación creíble de Marla, una mujer con poco sentido del estilo, Helena pidió a su maquillador que le aplicara el maquillaje con la mano izquierda, para simbolizar la ineptitud de Marla en materia de cosmética. Además, la actriz eligió unos zapatos con plataformas altas, lo que le permitió estar a la altura de los ojos tanto de Edward Norton como de Brad Pitt, ya que estos miden más de 1,70 m. Al final, esta deliberada atención a los detalles no pasó desapercibida para el público y Helena fue posteriormente elogiada por su papel de Marla.