El concepto original de Slitterhead proviene del trabajo previo de Toyama en Siren, aunque con una actualización moderna y centrada en el combate.
El director de Bokeh Game Studio, Toyama, explica que la idea central de Slitterhead es expandir la mecánica de "sight-jacking" de Siren, donde los jugadores controlan cuerpos ajenos. En este caso, los jugadores podrán poseer cuerpos completos de NPCs durante el combate. A pesar de los cambios en la estructura del mapa, el núcleo de la jugabilidad ha permanecido constante.
El ambiente de Slitterhead está fuertemente influenciado por la ciudad asiática ficticia Kowlong, que toma elementos de Hong Kong y Kowloon, con un toque de ciberpunk.
Toyama quería que el mundo de Kowlong tuviera una sensación "cyberpunk", inspirada por el cine de Wong Kar-Wai. La mezcla de lo antiguo y lo moderno en la ciudad, junto con el uso del color y las texturas, crea una atmósfera única para el juego. Además, la decisión de ambientarlo en los años 90 resalta esa fusión de eras que caracteriza a las ciudades asiáticas en constante transformación.
Los enemigos en Slitterhead, los Slitterheads, son una reinterpretación del clásico zombi, ahora con la capacidad de poseer cuerpos humanos.
Toyama explica cómo su interés por el horror de posesión lo llevó a crear estos monstruos. A diferencia de los zombis tradicionales, los Slitterheads devoran cerebros y se disfrazan de humanos. Esta idea también se vincula con la mecánica de posesión del protagonista, el Hyoki, una criatura sin forma ni memoria, cuyas habilidades son cruciales para el desarrollo del juego.
La experiencia de Toyama en juegos como Silent Hill y Gravity Rush ha influido enormemente en el diseño y desarrollo de Slitterhead.
A través de estos títulos, Toyama aprendió a integrar niveles verticales y NPCs interactivos, elementos que se trasladaron directamente a Slitterhead. El desafío fue trasladar estas ideas a un nuevo motor y plataforma, lo que le permitió innovar en el género de horror de acción.
Al acercarse el lanzamiento, Toyama reflexiona sobre el viaje de desarrollo de Slitterhead y lo que significa para él.
Toyama menciona los desafíos técnicos de trabajar con un motor nuevo y las limitaciones de las plataformas actuales. Sin embargo, se siente aliviado de haber llegado hasta aquí y mantiene su compromiso de ofrecer algo fresco y original, tal como lo hizo en Silent Hill.